Diario #7
El día de hoy revisamos lo que teníamos o nos faltaba en nuestro E-Portafolio, esto para estar al día y no obtener bajas calificaciones. De ahí, trabajamos en cómo obtener, pensar los temas sobre lo que los monólogos tratarían, pero como ya el mío estaba desarrollado, no como trabajo final, pero sí como borrador, entonces se usó como ejemplo de lectura a mis compañeros, así como el trabajo de una compañera más, quien también ya lo había realizado. Ambos monólogos se analizaron y fueron momentos de tensión, bueno, realmente más nerviosismo porque es un tema bastante personal, que es una realidad que tengo que confrontar día a día y es complicado especialmente cuando son temas presión, enojo, se complica más, entonces procuré ser yo, sólo explayarme siendo yo en el monólogo y no sabría cómo mis compañeros lo tomarían o qué perspectiva tendrían de mi, después de escucharlo. Sin embargo, antes de que me toque, me quedé tranquilo porque sencillamente lo que está en ese monólogo es lo que me sucede e inevitablemente, en la actualidad es parte de mí, no puedo ocultarlo, ni debo ocultarlo, sólo buscar ser mejor, mejorar esa cuestión para mejorar mi vida. Es por ello que me quedé más tranquilo y relajado ante lo que estaría por leerse frente a los demás.
Gracias al hecho de poder adelantarme pude obtener una retroalimentación del docente sobre mi trabajo y saber en qué puedo mejorarlo. Siento paz, tranquilidad, alegría sabiendo que estoy haciendo bien las cosas, confío en lo que hago y en cómo lo estoy haciendo lo cual me pone feliz, a pesar que lo vivo puede ser algo deprimente para cualquier, no sé, al menos sí me motiva e impulsa a dar lo mejor de mí y no me siento obligado, sino motivado.
Segundo Borrador:
¿Otra vez lo mismo? ¡Actúa!
¡Isaac! ¡Cálmate chucha! Por favor, ¡yaaaaaaaaaaaaaaaaaaa! Piensa, espera, piensa... ¡No puedes seguir así! ¿Por qué haces esto? Piensa, ¿será que estás haciendo bien? No sé, ni tú sabes... Espera. Relájate, respira, cuenta, por favor... la ira no te debe consumir, no dejes que te consuma como aquella vez en la que por la impotencia de reaccionar ante un constante agresor y con un puño en su rostro y manos en su cuello, casi se ahoga; como la otra vez en que ya pensabas no dabas más y querías evitar continuar con el tormento, esa paz tenerla por siempre, pero evitando vivir, irónico porque prefieres vivir sin vivir. Así que, ¿cómo es eso? Vas años con esto, significa que sí puedes, sólo... Isaac, por favor, aguanta.. y toda esa impotencia que sientes, esa amargura canalízala... contemos... aprieta el puño, durísimo, pero respira... y cuenta. Vamos... 1... 2... 3... 4... 5... 6... 7... 8... 9... 1... 2... 3...
Arrecho... me siento... uf. Espera, antes respira... eso. Toma asiento, sostente la pierna, sigue moviéndose, ¿verdad? Sostenla más duro, tú dominas a tu cuerpo, no este a ti. ¡Toma control! Eso, ahí lo tienes, se detuvo, ahora anda quitando la presión sobre tu pierna y mira qué sucede... se detuvo, ¿verdad? Ahora levántate lentamente y procede a pensar en qué acaba de pasar, mírate a un espejo y si no, piensa en cómo te mueves mientras hablas, pero procurarte escucharte y pensar cómo vas diciendo todo. Comienza... Fue tan raro, fue algo que en realidad lo veo, lo siento que fue estúpido, algo sin sentido en comparación a veces anteriores como estando en la playa y te reventó, pateó, tiró tu celular y par de pertenencias, como cuando el apoyo no se hace presente y buscas tu espacio porque sientes es un estorbo y sólo pides comprensión, colaboración... se suben los tonos y se cruce de palabras, a pesar de... todo eso sucedió hace ya algunos años atrás, ya hace bastante que no se repite y todo pintaba color de rosas, lindo, al fin lo que siempre se había esperado se estaba cumpliendo. El vivir felices, juntos... en una maldita familia y compañía, ¡un hogar! Para desgracia, como siempre, todas esas esperanzas se tornan mierda cuando se ve la realidad. Nada ha cambiado... típico. Por eso he dejado de tener altas expectativas sobre algo o por alguien, me espero lo más mínimo de un tercero. Así al menos no me defraudaría ni decepcionaría, evitándome un dolor y peso más encima. Pero en verdad me cabrea, me pudre, me fastidia... me ¿harta? ¡Me tiene arrecho! Aguanta... respira... espera... tómate un tiempito y piensa... Lo que ahora acaba de suceder no creo y estoy segurísimo que no es para tener el enorme efecto que tiene en este momento, me sorprende demasiado, es algo abrumador, es una basura, es... es... es una mísera, enorme escoria... toda... todas, las situaciones que hemos vivido ya desde tiempo atrás... sólo no lo creo. ¿Era en verdad tan necesario sumar una estupidez más a mi vida, a nuestra vida tras tanta mierda que hemos vivido? ¡No creo! ¡Sé que no! Entonces, ¿por qué? ¡Sólo sigue pasando!
Ey, calma... eeeeesoo... así, inténtalo nuevamente, cuenta... vamos... 1... 2... 3... 4... 5... ¡Carajo!
Es una situación desesperante. ¿En qué momento todo cambió? No sé.. no sé, no sé... uf... no sé realmente. Ante esta situación debo tomar cartas en el asunto, debo actuar, así que comenzaré. No tengo porqué lamentarme, debo ya ejecutar ya sé qué debo hacer con base a lo que sucedió. Así que vamos, dale. ¡Comienza Isaac! ¡Eres un arrecho! Fuera de joda lo soy. Todas las veces que he opinado, comentado, y así les he demostrado en su cara cuánto razón tengo. Todas esas ocasiones en las que he podido llevar complejas situaciones que tiempo después les ayuda, cuando tomo acción en responsabilidades que no me competen y logro hacer de manera efectiva y destacada. O sea, ¡no me jodas Isaac! Sólo tú sabes lo que has vivido y has llevado contigo, lo que tú... no me jodas, eres grande, es asombroso cómo logras sobrellevar todo, a pesar de tanta adversidad. Me amo!